jueves, 8 de diciembre de 2011

Portadas prediseñadas: Mucha sencillez, poca efectividad

Una manera sencilla de conseguir una cubierta para un libro, consiste en el uso de portadas prediseñadas. Las incluyen algunos programas, o bien, las podremos encontrar en algunas webs de autoedición bien conocidas. Es fácil y rápido. Con tres o cuatro clicks conseguimos la cubierta de nuestro libro. Sin embargo, este método supone varios problemas, tales como las pocas opciones que nos dan a elegir o el hecho de que, a la larga, distintos libros, de distintos autores, tienen exactamente la misma cubierta. Esto, en sí mismo, no es un problema, pues hay colecciones enteras en las que sus títulos tienen una misma portada. Ahora bien, cuando obras que no pertenecen a una misma colección, ni a una misma editorial, tienen la misma cubierta, la cosa cambia. Por ello, lo más recomendable, si lo que quieres es tener una portada original para tu libro y no te puedes pagar unos servicios profesionales, es que busques recursos para hacer tú mismo el diseño. No tendrás un resultado inmediato, es decir, la cosa no va a consistir en decidirse por un diseño y elegirlo, tendrás que currártelo un poco, pero merecerá la pena. Además, es la mejor manera de evitar la repetición de cubiertas en cadena. 

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